viernes, 26 de marzo de 2010

26 de marzo. Comunicado sobre la Legión de Cristo y su situación presente















¡Venga tu Reino!

25 de marzo de 2010
Solemnidad de la Anunciación del Señor

Introducción

Con ocasión de la reunión anual de los directores territoriales con el director general y su consejo, queremos dirigirnos a nuestros hermanos legionarios de Cristo, a los consagrados y a todos miembros del Movimiento Regnum Christi, familiares y amigos que nos acompañan en este momento de nuestra historia, así como a todos aquellos que han sido afectados, heridos o escandalizados por las acciones reprobables de nuestro fundador, el P. Marcial Maciel Degollado, L.C.

Nos ha llevado tiempo asimilar estos hechos de su vida. Para muchos –sobre todo para las víctimas– este tiempo ha sido demasiado largo y doloroso.

En ocasiones no hemos podido o sabido salir al paso de todos como hubiera sido necesario y como, de hecho, era nuestro deseo. Por eso sentimos la necesidad de emitir este comunicado.

1. Acerca de algunos hechos de la vida de nuestro fundador, el P. Marcial Maciel, L.C. (1920-2008)

Habíamos pensado y esperado que las acusaciones presentadas contra nuestro fundador fuesen falsas e infundadas, pues no correspondían a la experiencia que teníamos de su persona y de su obra. Sin embargo, el 19 de mayo de 2006 fue emitida una comunicación de la Sala de Prensa de la Santa Sede como conclusión de la investigación canónica que la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) había iniciado en el año 2004. En ese entonces, la CDF llegó a una certeza moral suficiente para imponer sanciones canónicas graves, correspondientes a las acusaciones hechas en contra del P. Maciel, entre las cuales se incluían actos de abuso sexual a seminaristas menores. Por lo tanto, profundamente consternados debemos decir que estos hechos sucedieron.

En efecto, «la Congregación para la Doctrina de la Fe, […] decidió –teniendo en cuenta tanto la edad avanzada del padre Maciel, como su delicada salud– renunciar a un proceso canónico e invitar al padre a una vida reservada de oración y de penitencia, renunciando a todo ministerio público. El Santo Padre aprobó estas decisiones» (Comunicado de la Sala de Prensa de la Santa Sede, 19 de mayo de 2006).

Posteriormente supimos que había tenido una hija en el contexto de una relación prolongada y estable con una mujer y otras conductas graves. Más adelante aparecieron otras dos personas, hermanos entre sí, que afirman ser hijos suyos, fruto de la relación con otra mujer.

Reprobamos éstos y todos los actos contrarios a los deberes de cristiano, religioso y sacerdote en la vida del P. Maciel, y afirmamos que no corresponden a lo que nos esforzamos por vivir en la Legión de Cristo y en el Movimiento Regnum Christi.

2. La Legión de Cristo y el Movimiento Regnum Christi ante estos hechos

Expresamos, una vez más, nuestro dolor y pesar a todas y cada una de las personas que hayan sido dañadas por las acciones de nuestro fundador.

Participamos del sufrimiento que este escándalo ha causado a la Iglesia y nos aflige y apena profundamente.

Queremos pedir perdón a todas aquellas personas que lo acusaron en el pasado y a quienes no se dio crédito o no se supo escuchar pues en su momento no podíamos imaginarnos estos comportamientos. Si resultase que ha habido alguna colaboración culpable, actuaremos según los principios de la justicia y caridad cristianas responsabilizando de sus hechos a estas personas.

Asimismo, pedimos perdón a nuestros familiares, amigos, bienhechores y a todas las personas de buena voluntad que hayan sentido que su confianza ha sido herida.

Por otra parte, como miembros del cuerpo místico de Cristo sentimos la necesidad de expiar con espíritu cristiano sus faltas y el escándalo por ellas causado. Para ello invitamos a quienes forman parte de nuestra familia religiosa a intensificar su oración y sacrificio.

Es también nuestro deber cristiano y sacerdotal seguir saliendo al paso de las personas que han sido afectadas de algún modo. A ellos va nuestra mayor solicitud y les seguimos ofreciendo la ayuda espiritual y pastoral que necesiten. Así buscamos contribuir a la necesaria reconciliación cristiana. Al mismo tiempo somos conscientes de que Jesucristo es el único capaz de sanar definitivamente y de «hacer nuevas todas las cosas» (cf. Ap 21,5).

Dios en sus misteriosos designios eligió al P. Maciel como instrumento para fundar la Legión de Cristo y el Movimiento Regnum Christi, y agradecemos a Dios el bien que realizó. A la vez aceptamos con dolor que, ante la gravedad de sus faltas, no podemos mirar su persona como modelo de vida cristiana o sacerdotal.

Inspirándonos en el ejemplo de Cristo que condena el pecado pero busca salvar al pecador, y convencidos del significado y la belleza del perdón, encomendamos a nuestro fundador al amor misericordioso de Dios.

3. La Visita Apostólica

Deseamos expresar nuestra gratitud al Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, no sólo por renovarnos «su solidaridad y su plegaria en estos momentos delicados» (cf. Carta del Cardenal Tarcisio Bertone, SDB, al P. Álvaro Corcuera, 10 de marzo de 2009) sino también por habernos ofrecido el instrumento de la Visita Apostólica para ayudarnos a «superar las dificultades existentes» (ibid.). Así esperamos dar los pasos necesarios para consolidar los fundamentos, la formación y la vida cotidiana de los legionarios de Cristo y de los miembros del Movimiento Regnum Christi.

Agradecemos a los cinco visitadores apostólicos, Mons. Ricardo Blázquez, Mons. Charles J. Chaput, OFM Cap., Mons. Ricardo Ezzatti, SDB, Mons. Giuseppe Versaldi y Mons. Ricardo Watty, MSpS, todo el trabajo que han realizado con tanta entrega y solicitud paternas.

Acogeremos con obediencia filial las indicaciones y recomendaciones del Santo Padre que resulten de la Visita Apostólica y nos comprometemos a ponerlas en práctica.

4. Hacia el futuro

Desde el Capítulo General celebrado en enero de 2005, cuando fue elegido el P. Álvaro Corcuera, L.C., como director general, hemos procurado guiar la Legión de Cristo y el Regnum Christi manteniéndonos fieles a todo lo que hemos recibido de Dios y ha sido aprobado por la Iglesia. Reconocemos con humilde gratitud las bendiciones y frutos que el Señor nos ha concedido hasta ahora y asumimos la responsabilidad de profundizar en la comprensión de nuestra historia, carisma y espiritualidad.

Afrontamos el futuro con esperanza, seguros de que nuestras vidas se apoyan únicamente en Dios. Confiamos plenamente en Él y en la omnipotencia de su amor que, como dice san Pablo, «hace concurrir todas las cosas para el bien de los que le aman» (Rm 8,28). Sabemos que en este camino contaremos con la asistencia del Espíritu Santo y con la guía materna de la Iglesia.

Nuestro objetivo, como individuos y como institución, es amar a Cristo, vivir su evangelio y extender por el mundo su Reino de paz y de amor. Somos conscientes de que, para lograr esto, necesitamos una constante renovación, personal y comunitaria, en fidelidad a la tradición de la vida consagrada, con el fin de servir mejor a la Iglesia y a la sociedad. Este último periodo nos ha ayudado a reflexionar sobre nuestra identidad y misión y, al mismo tiempo, nos ha impulsado a revisar con humildad y sencillez diversos aspectos de nuestra vida institucional.

Estamos decididos, entre otras cosas, a:
- seguir buscando la reconciliación y el encuentro con quienes han sufrido,
- hacer la verdad sobre nuestra historia,
- continuar ofreciendo seguridad, sobre todo para menores de edad, en nuestras instituciones y actividades tanto en ambientes como en procedimientos,
- crecer en un espíritu de servicio desinteresado a la Iglesia y a las personas,
- colaborar mejor con todos los pastores y con otras instituciones dentro de la Iglesia,
- mejorar nuestra comunicación,
- seguir velando por la aplicación de los controles y procedimientos administrativos a todos los niveles y seguir actuando un adecuado rendimiento de cuentas,
- redoblar nuestro empeño en la misión de ofrecer el evangelio de Jesucristo al mayor número posible de hombres,
- y, sobre todo, buscar la santidad de vida con renovado esfuerzo de la mano de la Iglesia.

Conclusión

No podemos terminar este comunicado sin agradecer a los miles de legionarios, consagrados, consagradas y todos los miembros del Regnum Christi que con profunda generosidad han entregado y entregan sus vidas a Dios en el servicio de la Iglesia y de la sociedad, así como a aquellos que colaboran en los centros y obras de apostolado. Gracias a ellos y a su labor, podemos decir que Jesucristo es hoy más conocido y amado en este mundo. Asimismo expresamos nuestra gratitud a cada una de las personas que en todo momento nos han sostenido con su fe, sus oraciones y su sufrimiento, unido al de Cristo.

Firmamos este comunicado hoy, día 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor. Que Él nos conceda, por intercesión de su Madre, la Santísima Virgen María, la gracia de profundizar en el misterio del Amor de Dios hecho hombre y de vivirlo y transmitirlo con renovado fervor.

P. Álvaro Corcuera, L.C., director general
P. Luis Garza, L.C., vicario general
P. Francisco Mateos, L.C., consejero general
P. Michael Ryan, L.C., consejero general
P. Joseph Burtka, L.C., consejero general
P. Evaristo Sada, L.C., secretario general
P. José Cárdenas, L.C., director territorial de Chile y Argentina
P. José Manuel Otaolaurruchi, L.C., director territorial de Venezuela y Colombia
P. Manuel Aromir, L.C., director territorial de Brasil
P. Rodolfo Mayagoitia, L.C., director territorial de México y Centroamérica
P. Leonardo Núñez, L.C., director territorial de Monterrey
P. Scott Reilly, L.C., director territorial de Atlanta
P. Julio Martí, L.C., director territorial de Nueva York
P. Jesús María Delgado, L.C., director territorial de España
P. Jacobo Muñoz, L.C., director territorial de Francia e Irlanda
P. Sylvester Heereman, L.C., director territorial de Alemania y centro Europa

26 de marzo. Carta del P. Álvaro Corcuera LC sobre la situación actual de la Legión de Cristo y el Regnum Christi















¡Venga tu Reino!

Roma, 25 de marzo de 2010
Solemnidad de la Anunciación del Señor

A los miembros y amigos
del Movimiento Regnum Christi

Muy estimados en Jesucristo:

Tengo la ocasión de enviarles un afectuoso saludo en este día, solemnidad de la Anunciación. Celebramos hoy el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, quien quiso tomar nuestra naturaleza humana para expiar nuestros pecados y abrirnos el camino hacia el Padre. Misterio del amor infinito de Dios. Podía concedernos la redención por caminos más sencillos. Pero eligió el del abatimiento y la humillación de su Hijo, para mostrarnos que, si el misterio de nuestra iniquidad es muy grande, el de su amor misericordioso lo es infinitamente más.

Ya estamos casi a las puertas de la Semana Santa. Dentro de ocho días estaremos entrando en el Triduo Sacro, para acompañar a Jesucristo en esa hora tan escandalosamente incomprensible. La “hora del poder de las tinieblas” (Lc 22,53). La hora de su exaltación en la cruz. La hora, también, de su triunfo y su gloriosa resurrección.

La contemplación de estos misterios inefables nos descubre una presencia sigilosa, materna: María santísima. En Nazaret, en Belén, en el Calvario, María está presente, no como espectadora, sino plenamente inmersa, tomando parte activa en el misterio. María nos invita a entrar, como Ella, aceptando la parte que Cristo quiere asignarnos, porque también nosotros somos co-protagonistas.

Es en este contexto que quisiera presentarles el comunicado que estamos publicando juntamente con esta carta.

1. Como podrán constatar, casi todo su contenido son temas sobre los que, de una u otra manera, ya hemos venido conversando durante más de un año. Lo hemos hecho con algunos de ustedes en particular, con otros en reuniones y encuentros más numerosos. También he procurado en varias ocasiones escribirles a todos, conjuntamente. Hemos orado juntos muchas veces. Sé que también los legionarios y miembros consagrados que les atienden han puesto todo su esfuerzo por estar a su disposición para responder a sus interrogantes e inquietudes en la medida en que los mismos temas se han venido esclareciendo poco a poco.

Ha sido éste un período muy doloroso para todos. Incluso traumático. El repentino desvelarse de algunas facetas de la vida de nuestro fundador que no correspondían para nada a lo que nosotros vivimos a su lado, nos tomó a todos de forma totalmente inesperada. No estábamos preparados para ello. Todos hemos tenido que pasar por un proceso de asimilación gradual, en muchos casos forzosamente lento, requiriendo un acopio inusual de recursos humanos y espirituales, que cada uno ha ido encontrando en la oración, en los diálogos con Jesucristo en la Eucaristía, en la intimidad con la Santísima Virgen, en las conversaciones con los directores, con el orientador moral o con los mismos compañeros de sección, familiares y amigos.

Como es natural, en este proceso de afrontar la realidad histórica y sus consecuencias, cada uno ha seguido un recorrido propio, de acuerdo con su sensibilidad, su trasfondo cultural, su cimentación espiritual. Y es igualmente natural que no todos se encuentren en el mismo punto. Hay quienes, con un auxilio especial de la gracia, pueden dar ya por superado este momento, como también habrá quien necesite aún de tiempo y oración para terminar de procesar y cerrar en su fuero personal este capítulo. Hemos de respetar y de comprender con mucha delicadeza el ritmo de cada uno.

2. En estos días hemos reflexionando sobre todo ello con los padres del consejo general y con los directores territoriales. Todos juntos hemos visto que, una vez leída y asimilada esta página de la vida de la Legión de Cristo y del Regnum Christi, nos toca dar un paso adelante, en lo personal y como institución, para cerrar este capítulo de nuestra historia e iniciar uno nuevo.

Es verdad que todavía estamos a la espera de los resultados de la visita apostólica, cuya fase operativa ha concluido. Indudablemente estamos en disposición de plena apertura y acogida dócil y sobrenatural de todo cuanto el Santo Padre juzgará conveniente indicarnos. Pero mientras llega ese momento, que presumiblemente tardará aún varios meses, queremos, por así decir, ponernos en marcha, reemprender nuestro camino con fe y humildad y relanzarnos a trabajar con todo nuestro ardor en la misión que el Señor nos ha encomendado al servicio de la Iglesia. El comunicado adjunto, además de lo que representa por sí mismo, responde también a este propósito de relanzamiento institucional.

3. Pienso que la contemplación del ejemplo de la Santísima Virgen puede mostrarnos cuáles son las disposiciones que deben acompañarnos en el momento histórico que nos toca vivir. Desde la Anunciación en Nazareth hasta el trance del Calvario, el alma de María se revela llena de fe, de esperanza y de amor teologales. Son las tres virtudes que Dios nos pide cultivar intensamente. Fe, que ilumina el pasado. Esperanza, que nos alienta ante el futuro. Amor, que nos compromete en el presente.

4. Fe, que ilumina el pasado.

¡Cuántos acontecimientos vinieron a trastornar la vida de María, sin que Ella pudiera comprender! Desde el anuncio mismo del ángel, pasando por un sinfín de imprevistos, contratiempos, percances, contrariedades, y al final, el desenlace trágico, ciertamente anunciado, pero igualmente incomprensible, tan contrario a lo que razonablemente cabría esperar del destino de uno que es nada menos que el Hijo de Dios. Ella, ¿qué hacía? ¿cómo reaccionaba?

«Su Madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón» (Lc 2,51). Las meditaba. Desde la fe. Las meditaba sin entender. Las platicaba con Dios, sin pedirle cuentas ni explicaciones. Sencillamente sabía que todo formaba parte de sus designios, que Él sí sabía qué y por qué hacía. Y eso le bastaba. Aunque no entendiera nada. Meditaba todas las cosas, no para quedarse en un lamento estéril ni para compadecerse a sí misma. Para tratar de comprender mejor el plan de Dios. Para pedirle fuerzas para aceptarlo. Y para entregarse dócil, humilde y gozosamente a su realización.

En el Calvario, al pie de la cruz: silencio y oración confiada. Una vez más, no entendía nada. Aquello era tan atroz, tan infamante, tan imposiblemente siniestro. Pero si sus ojos estaban empañados por las lágrimas, y su mente aturdida por el desconcierto, su alma resplandecía de fe. Sabía que Dios estaba cumpliendo sus designios. Y de nuevo respondió: “sí”. Y seguía meditando. Meditaba, creyendo. Creía, confiando.

Pienso que esa es la fe que Dios nos está pidiendo. Quizás nunca llegaremos a comprender el porqué de tantas cosas que han venido a la luz. Ni por qué Dios eligió un instrumento así para poner en pie la Legión de Cristo y el Regnum Christi. ¿Por qué la Legión y el Regnum Christi no podrán presentar la figura del fundador igual que otras congregaciones y movimientos? Dios lo sabe. Hemos de aceptarlo con fe. Y con fe y humildad reconocer que, a pesar del misterio tan grande, Dios es más sabio que nosotros. Una vez más se verifica su advertencia: «Mis caminos no son vuestros caminos» (Is 55,8).

Dios nos pide fe para creer firmemente que «todas las cosas cooperan al bien de los que aman a Dios» (Rm 8,28), y por tanto, que Él está preparándonos para una efusión de gracia especial. Hemos de confiar en que Él, que ha permitido que las cosas sucedieran así, es suficientemente bueno y poderoso para sacar bienes mayores. En parte ya los vemos. Estoy seguro que veremos muchos más. El Catecismo nos enseña que «con el tiempo, se puede descubrir que Dios, en su providencia todopoderosa, puede sacar un bien de las consecuencias de un mal, incluso moral, causado por sus criaturas», y que «del mayor mal moral que ha sido cometido jamás, el rechazo y la muerte del Hijo de Dios, causado por los pecados de todos los hombres, Dios, por la superabundancia de su gracia (cf Rm 5,20), sacó el mayor de los bienes: la glorificación de Cristo y nuestra Redención». Al mismo tiempo nos advierte que «no por esto el mal se convierte en un bien» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 312).

Con fe hemos de descubrir y aceptar que, por encima de todas las vicisitudes que configuran nuestra historia pasada, la Providencia divina es quien realmente dirige nuestro destino. La fe nos ayuda a creerlo de verdad, aunque a veces pueda parecernos que vamos en la dirección equivocada. Y aunque a veces nuestros ojos sólo vean la intervención, con frecuencia torpe, de la libertad humana. Muchos factores han determinado, en este último año, el rumbo que han seguido la Legión y el Movimiento Regnum Christi. Uno de esos factores ha sido la actuación de los directores. Vista desde la perspectiva humana, se podrá juzgar que ha sido más o menos acertada. O desacertada. Repasando en particular mi propia actuación, dada la responsabilidad que me corresponde, puedo asegurarles que en todo momento he intentado proceder con la mayor pureza de intención y la máxima prudencia; he pedido diariamente al Espíritu Santo el don de consejo, que como saben, ilumina y perfecciona la virtud de la prudencia. Me he ayudado del consejo general, de muchos hombres de Iglesia y de ustedes. Hemos buscado tomar cada decisión y dar cada paso en la presencia de Dios y tratando de discernir cómo actuaría Jesucristo. Pero no soy infalible. No sé si he acertado. Seguramente no en todo. Los demás directores habrán podido también cometer alguna equivocación, en medio de innumerables actuaciones atinadas. Pero lo que sí es indudable es que Dios sabe escribir recto sobre renglones torcidos. A pesar de las grandes limitaciones y defectos de los instrumentos, Dios ha guiado nuestra trayectoria en el pasado, y nos seguirá conduciendo en el futuro. La fe de María nos lo asegura.

5. Esperanza, que nos alienta ante el futuro.

María nos da también un ejemplo de esperanza. Ella nunca sucumbió a la tentación de la desconfianza. Hubo momentos terribles en que el futuro parecía no tener salida. Le anunciaron una maternidad virginal, y bien sabía Ella las sospechas que eso podría suscitar. Le anunciaron que debían salir de prisa hacia Egipto, huyendo del odio de Herodes; y es fácil adivinar la incertidumbre y la zozobra que habrán embargado su ánimo. Le anunciaron que una espada traspasaría su alma, y debió soportar muchos años bajo la ansiedad de la profecía que habría de cumplirse. Bajo la cruz de su Hijo escuchó el anuncio de una nueva maternidad universal… Pero Ella aprendió a ponerse, una y otra vez, en las manos de Dios, con una esperanza sin límites. Y Dios no defraudó su esperanza.

Como la Virgen María, también nosotros hemos de mirar el futuro con una gran esperanza en Dios, sin que ninguna tormenta pueda robarnos el optimismo, que es propio de quien sabe, como san Pablo, que nada nos separará del amor de Cristo y que todo lo tenemos por pérdida en comparación con la experiencia del amor de Cristo, único motivo de nuestra existencia.

La confianza sigue a la fe. Si de verdad creemos en Dios, en su Providencia, en su sabiduría y bondad infinitas, no podemos menos que aferrarnos a su mano y poner en Él, solamente en Él, toda nuestra confianza. Nada del futuro puede hacernos temer.

Mirar el futuro con esperanza teologal significa encararlo con un profundo sentido de responsabilidad. Es Dios quien ha querido suscitar la Legión de Cristo y el Regnum Christi, para darle a la Iglesia un grupo de apóstoles que colaboren, con humildad y pasión, en la gran misión evangelizadora. Él no nos va a abandonar. No nos va a defraudar. Sólo nos pide santidad de vida, coherencia y responsabilidad, para no defraudarle a Él, a la Iglesia, a la sociedad y a las almas.

6. Amor, que nos compromete en el presente.

María no sólo creía y esperaba. Sobre todo amaba a Dios. Por amor aceptó en todo momento su voluntad santísima, y se entregó a cumplirla diligentemente, sin pensar en sí misma, en su comodidad, en su fama, en su bienestar. Sólo le importaba amar a Dios y cumplir su voluntad.

Es el compromiso que Dios nos pide también a nosotros en esta hora. Si la fe nos hace ver que todo contribuye para el bien de los que aman a Dios, hemos de amar más, hemos de amar sin límites. Y veremos cuánto bien pondrá Dios en este mundo. Esto es lo que Él nos pide. No limitar ni rebajar nuestro amor. Foguearlo más y más cada día en la oración. Que este sea uno de nuestros principales propósitos: ser hombres y mujeres de oración, de una profunda vida interior.

Por amor seguimos sirviendo a la Iglesia. Desinteresadamente. No por el beneficio que nos reporta.

Por amor seguimos haciendo vida el carisma tan hermoso y fecundo que Dios ha querido regalarnos. Por amor buscamos hacerlo fructificar. Por amor lo queremos compartir para que muchas otras personas se enriquezcan espiritualmente con los dones que de Él hemos recibido y así lleguemos a la meta final de nuestras vidas: el cielo.

Por amor, seguimos caminando juntos, apoyándonos, brindándonos comprensión unos a otros. Por amor buscamos reforzar aún más la unidad y el espíritu de familia, este tesoro sin precio que tanta paz y serenidad infunde en nuestras comunidades y equipos.

Por amor, seguimos al lado de todos nuestros compañeros del Regnum Christi, de nuestros amigos, familiares, bienhechores y de cuantos Dios pone en nuestro camino, para que todos encuentren en nosotros los cireneos que les ayuden a cargar su cruz en el seguimiento de Jesucristo.

7. Queridos amigos y miembros del Regnum Christi, les invito a llevar ante la presencia de Jesucristo en la Eucaristía estas consideraciones, fruto de largas y profundas reflexiones que hemos hecho junto con los miembros del consejo general y los directores territoriales. Y allí, de la mano de la Santísima Virgen, meditar estas cosas, renovar nuestro “sí”, hoy más lúcido, más coherente, más sufrido; también más gozoso. Y pedirle que a todos nos conceda, como a María, la gracia de aceptar con fe luminosa sus designios, de mirar con esperanza inquebrantable hacia el futuro, y de comprometernos a vivir en la caridad en cada momento presente.

Muy unidos en la oración y en la misión común encomendada, quedo de todos ustedes, afmo. servidor en Jesucristo,

P. Álvaro Corcuera, L.C.

martes, 23 de marzo de 2010

23 de marzo. Fernando Trujillo: ha llegado Fátima.

FERNANDO TRUJILLO a lo largo de los meses pasados nos ha pedido que le roguemos a Dios por el embarazo de su esposa. Gracias a Dios el sábado pasado nació su hija. Les envía el siguiente mensaje a todos los exlegionarios:























Estimados:

Les compartimos los primeros días de Fátima en nuestras vidas. Fátima nació el día 20 de marzo, pesó 3 kilos 120 gramos, y midió 48 cms.

Gracias a Dios, Santiago lo ha tomado muy bien hasta el momento, se preocupa porque no llore, quiere tocarla como si fuera la solución para que se calme, y hoy le dio su primer beso en la frente.

Mariana, también se encuentra muy bien. Tiene las dolencias propias de una cesarea, pero fuera de eso se encuentra bien.

Bueno, disfruten las fotos, les mandamos un fuerte abrazo,

Mariana, Fátima, Santiago y Fernando

24 de marzo. ¿Qué sucedió en el accidente? El P. Marcelo Cecato nos lo narra










El hermano Willy Acker Schuh cLC



EL P. MARCELO CECATO LC NOS NARRA LO SIGUIENTE:


El H. Willy nació en 1993 en una ciudad de origen alemana llamada Santa Maria do Herval, Rio Grande do Sul, Brasil. Entró en el Centro Vocacional de Porto Alegre en 2006. En noviembre de 2009 recibió su uniforme de candidato de manos del P. Manuel Aromir, LC.

En el día quince de febrero de 2010, toda la comunidad fue al paseo previo a los Ejercicios Espirituales. La mayoría de los religiosos del centro, y los hermanos candidatos, acompañaban a los hermanos apostólicos y precandidatos.

A menos de un kilómetro de la ciudad de destino, el autobús perdió completamente los frenos. Éste al final chocó contra un árbol, y con la fuerza del impacto, el hermano fue lanzado para fuera del autobús, el cual acabó volcándose sobre su pierna derecha.
Con y por la gracia de Dios, todos pudieron salir bien. El P. Miguel de la Torre, rector del centro, y que venía en la primera fila, narra que cuando se dio cuenta que iban a chocar, pidió que todos rezasen juntos una Ave-María, así que ésta terminó, vinieron los fuertes estallidos del impacto.

El H. Willy fue el más afectado. En el hospital intentaron, por cuatro días, salvarle la pierna. Debido a una fuerte infección, que amenazaba expandirse por la sangre, el viernes tuvieron que amputarla debajo de la rodilla derecha.
¿Qué se puede imaginar y pensar de un hermano precandidato que siempre jugaba, un verdadero apasionado por el fútbol y todos los tipos de deportes? ¿Cómo reaccionaría a lo que Dios ahora le permitía sufrir?

Le di seguimiento en los primeros días y pude acompañar a su familia en estos momentos de dolor. En el primer día que hablamos estaba muy tranquilo y sereno. Entusiasta como siempre. Cuando los mismos doctores le dijeron de la gravedad y la posibilidad de amputarle la pierna sufrió más, pero ni por esto dejó de tener una gran fe y confianza en Dios.

En aquél lecho conocí a otro Willy o aquél a quien de verdad nunca conocí antes. Qué fuerza, qué lucha, qué entusiasmo, qué lecciones Dios me estaba dando a través de un jovencito.

Cuando el H. Willy ya era consciente de la gravedad, hablé con él antes de la operación. Le animé y motivé para seguir adelante, confiando en Dios y que todos estábamos a su lado. Fue a la sala de operación. Me quedé fuera con sus padres. Su mamá rezaba mucho el rosario. Recé varios con ella. Lo único que pedía a Dios es que le diera fuerzas para cumplir su Voluntad: “padre, esto es lo único que pido a Dios, fuerza para cumplir su Voluntad”.

¡Qué mujer de fe! Cuántas lecciones aprendí de Dios en estos momentos. Antes de proceder a la amputación, el doctor vino anunciar lo que harían y pedir el permiso escrito de los papás. Su madre, en pie, recibe la noticia. Una tablilla, un bolígrafo y la firma de su padre. Me imaginaba años atrás la firma del certificado de nacimiento, con cuánta alegría, y ahora, con fe y mucho dolor. ¿Hasta dónde puede llegar el ser humano? Hasta el umbral del dolor, y solo puede permanecer en pie, si tiene fe.

Después de la operación, me pidieron que entrase a saludarlo y confortarlo. Ahora les remito a un mensaje anterior al P. Álvaro: “el doctor responsable nos dijo que informó a Willy de todo su cuadro. El hermano le dijo que no quería amputar su pierna, pero si era para su propio bien, que procediera. A las 10.30hs su papá firmó la autorización.

Al final, después de la operación, pude entrar para saludarlo. Le motivé, busqué que fuera muy realista y que se mantuviera firme en la fe, esperanza y en el amor a Dios. Lo único que le preocupaba y que me dijo fue: “padre, ¿cómo voy volver ahora a la Legión?”

Un chico que tiene y tenía todas las razones sólo para dolerse, reclamar… lo único que le preocupa es ¿si puede seguir siendo legionario? Le dije que él nunca salió, que él es un candidato LEGIONARIO DE CRISTO en el hospital, y que toda la Legión, sus papás y su familia están a su lado.

¡Padre, qué fortaleza, qué ánimo, qué audacia por el Reino de Cristo! Más que nunca él necesita de todos nosotros y nosotros de él. Cuánto aprendemos en esta semana, que duras lecciones Dios nos está dando, pero a mantenernos en pie”.

En su visita a Brasil, el P. Álvaro Corcuera tuvo el detalle de visitar al hermano. El H. Willy está en recuperación. Su pensamiento es el noviciado en 2011.
Agradecemos por todas las muestras de atención y sus valiosísimas oraciones durante este período. Se vio la Legión, una vez más, presente con toda su fuerza en este centro. ¡Qué Dios les bendiga!

lunes, 22 de marzo de 2010

22 de marzo. Ahora sólo falta perseverar.













UN USUARIO NOS COMPARTE LO SIGUIENTE ACERCA DEL HERMANO PRECANDIDATO QUE PERDIÓ UNA PIERNA:

El P. Álvaro confirmó en Roma a los hermanos brasileños que el apostólico podrá seguir en la Legión normalmente. El P. Alexandre Paciolli le consiguió el mejor médico y hospital de Brasil para que le pongan una prótesis. Los médicos garantizaron que podrá caminar y correr casi como una persona normal. Podrá seguir siendo legionario.

sábado, 20 de marzo de 2010

20 de marzo. Síntesis de la carta del Papa a los católicos de Irlanda












http://www.vatican.va/resources/resources_sintesi-lettera-irlanda-2010_sp.html

El Papa ha enviado una carta pastoral a todos los católicos de Irlanda para expresar su consternación ante los abusos sexuales de jóvenes por parte de representantes de la Iglesia y por la forma en que fueron afrontados por los obispos y superiores religiosos de Irlanda. Pide que la carta se lea con atención en su totalidad. El Santo Padre habla de su cercanía en la oración a toda la comunidad católica irlandesa en este momento doloroso y sugiere un camino de curación, renovación y reparación.

El Santo Padre pide a los fieles que se acuerden de la roca de la que fueron tallados (cf. Is 51, 1) y, en particular, de la válida contribución que los misioneros irlandeses aportaron a la civilización de Europa y a la propagación del cristianismo en todos los continentes. En los últimos años ha habido muchos desafíos a la fe en Irlanda, debido a un rápido cambio social y a una menor fidelidad a las tradicionales prácticas devotas y sacramentales. Este es el contexto en el que hay que comprender la forma con que la Iglesia ha afrontado el problema de los abusos sexuales de menores.

El problema es consecuencia de muchos factores: una formación moral y espiritual insuficiente en los seminarios y noviciados, una tendencia en la sociedad a privilegiar el clero y otras figuras de autoridad, una preocupación desmedida por el buen nombrede la Iglesia y para evitar escándalos han llevado a la falta de aplicación, cuando era necesario, de las penas canónicas existentes. Sólo examinando cuidadosamente los numerosos elementos que dieron origen a la crisis es posible identificar con precisión sus causas y encontrar los remedios eficaces.

Durante su visita “ad limina” a Roma en 2006, el Papa exhortó a los obispos irlandeses a "establecer la verdad de lo sucedido en el pasado, a tomar todas las medidas necesarias para evitar que se repita otra vez, a garantizar que los principios de justicia son plenamente respetados y, sobre todo, a curar a las víctimas y a todos aquellos que están afectados por estos crímenes atroces”. A partir de entonces, el Papa se encontró con algunas víctimas en más de una ocasión, escuchó sus historias personales, rezó con ellos y por ellos, y está dispuesto a hacerlo de nuevo en el futuro. En febrero de 2010 llamó a los obispos irlandeses para que vinieran a Roma con el fin de examinar con ellos las medidas que estaban adoptando para solucionar el problema, con especial referencia a los procedimientos y protocolos actualmente en vigor dirigidos a garantizar la protección de los niños en los ambientes eclesiales y responder con prontitud y justamente a las denuncias de abusos. En esta carta pastoral, se dirige directamente a una serie de grupos dentro de la comunidad católica de Irlanda, a la luz de la situación que se ha creado.

Dirigiéndose en primer lugar a las víctimas de abusos, el Papa reconoce la terrible traición que han sufrido y les asegura que siente mucho lo que han tenido que soportar. Reconoce que en muchos casos nadie estaba dispuesto a escucharles cuando encontraron el coraje para contar lo que les había sucedido. Comprende cómo se debían sentir los que vivían en internados al no poder escapar de su sufrimiento. Si bien reconoce lo difícil que debe resultar para muchos de ellos perdonar o reconciliarse con la Iglesia, les exhorta a no perder la esperanza. Jesucristo, que fue víctima de sufrimientos injustos, comprende la profundidad de su dolor y la persistente secuela en sus vidas y sus relaciones. A pesar de todo, precisamente las heridas de Cristo, transformadas por su sufrimiento redentor, son los medios por los cuales se destruye el poder del mal y renacemos a la vida y a la esperanza. El Papa insta a las víctimas a buscar en la Iglesia la oportunidad de encontrar a Jesucristo y de hallar la curación y la reconciliación, redescubriendo el infinito amor de Cristo por cada uno de ellos.

En sus palabras a los sacerdotes y religiosos que han abusado de los jóvenes, el Papa recuerda que deben responder ante Dios y ante los tribunales legítimamente constituidos de las acciones pecaminosas y criminales que han cometido. Han traicionado una confianza sagrada y han provocado vergüenza y deshonra a sus hermanos. Se ha causado un gran daño no sólo a las víctimas, sino también a la percepción pública del sacerdocio y de la vida religiosa en Irlanda. Mientras les pide que se sometan a las exigencias de la justicia, les recuerda que no deben desesperar de la misericordia que Dios ofrece incluso a los pecadores más grandes, si se arrepienten de sus acciones, hacen penitencia y piden perdón humildemente.

El Papa anima a los padres a que perseveren en la difícil tarea de educar a los hijos a reconocer que son amados y apreciados y a desarrollar una sana autoestima. Los padres tienen la responsabilidad primordial de educar a las nuevas generaciones en los principios morales que son esenciales para una sociedad civil. El Papa invita a los niños y jóvenes a hallar en la Iglesia una oportunidad para un encuentro vivificante con Cristo, y a no desanimarse por las faltas de algunos sacerdotes y religiosos. Tiene confianza en la contribución de los jóvenes para la renovación de la Iglesia. Exhorta también a los sacerdotes y religiosos a no desanimarse, sino más bien a renovar su dedicación a los respectivos apostolados, trabajando en armonía con sus superiores. De esta manera aportarán nueva vida y dinamismo a la Iglesia en Irlanda a través de sus testimonios vivos de la obra redentora del Señor.

Dirigiéndose a los obispos de Irlanda, el Papa señala los graves errores de juicio y el fracaso de la acción de gobierno de muchos de ellos, porque no aplicaron correctamente los procedimientos canónicos en respuesta a las denuncias de abusos. Aunque a menudo resultara difícil saber cómo hacer frente a situaciones tan complejas, sin embargo hay que resaltar que se cometieron errores graves con la consiguiente pérdida de credibilidad. El Papa les anima a seguir luchando con determinación para poner remedio a los errores del pasado y evitar que se repitan, aplicando plenamente el derecho canónico y cooperando con las autoridades civiles en sus áreas de competencia. También pide a los obispos que se comprometan a ser santos, a dar ejemplo, estimulando a los sacerdotes y a los fieles a cumplir con su papel en la vida y en la misión de la Iglesia.

Por último, el Papa propone algunas medidas concretas para estimular la renovación espiritual de la Iglesia en Irlanda. Pide a todos que ofrezcan su penitencia de los viernes, durante un año, en reparación por los pecados de los abusos que se produjeron. Recomienda recurrir con frecuencia al sacramento de la reconciliación y a la práctica de la adoración eucarística. Anuncia su intención de que se realice una visita apostólica en algunas diócesis, congregaciones religiosas y seminarios, con la participación de la Curia Romana, y propone una misión nacional de los obispos, sacerdotes y religiosos en Irlanda. En este Año Sacerdotal, presenta a la figura de San Juan María Vianney como modelo e intercesor para un ministerio sacerdotal revitalizado en Irlanda. Después de agradecer a todos los que han trabajado duramente para afrontar con firmeza el problema, concluye proponiendo una oración por la Iglesia en Irlanda, para que la usen todos los fieles para invocar la gracia de la curación y de la renovación en este momento de dificultad.

20 de marzo. Texto íntegro de la carta del Papa a los católicos de Irlanda











http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/letters/2010/documents/hf_ben-xvi_let_20100319_church-ireland_sp.html


1. Queridos hermanos y hermanas de la Iglesia en Irlanda, os escribo con gran preocupación como Pastor de la Iglesia universal. Al igual que vosotros estoy profundamente consternado por las noticias concernientes al abuso de niños y jóvenes indefensos por parte de miembros de la Iglesia en Irlanda, especialmente sacerdotes y religiosos. Comparto la desazón y el sentimiento de traición que muchos de vosotros experimentaron al enterarse de esos actos pecaminosos y criminales y del modo en que fueron afrontados por las autoridades de la Iglesia en Irlanda.

Como sabéis, invité hace poco a los obispos de Irlanda a una reunión en Roma para que informasen sobre cómo abordaron esas cuestiones en el pasado e indicasen los pasos que habían dado para hacer frente a una situación tan grave. Junto con algunos altos prelados de la Curia Romana escuché lo que tenían que decir, tanto individualmente como en grupo, sea sobre el análisis de los errores cometidos y las lecciones aprendidas, que sobre la descripción de los programas y procedimientos actualmente en curso. Nuestras discusiones fueron francas y constructivas. Estoy seguro de que, como resultado, los obispos están ahora en una posición más fuerte para continuar la tarea de reparar las injusticias del pasado y de abordar cuestiones más amplias relacionadas con el abuso de los niños de manera conforme con las exigencias de la justicia y las enseñanzas del Evangelio.

2. Por mi parte, teniendo en cuenta la gravedad de estos delitos y la respuesta a menudo inadecuada que han recibido por parte de las autoridades eclesiásticas de vuestro país, he decidido escribir esta carta pastoral para expresaros mi cercanía, y proponeros un camino de curación, renovación y reparación.

Es verdad, como han observado muchas personas en vuestro país, que el problema de abuso de menores no es específico de Irlanda o de la Iglesia. Sin embargo, la tarea que tenéis ahora por delante es la de hacer frente al problema de los abusos ocurridos dentro de la comunidad católica de Irlanda y de hacerlo con coraje y determinación. Que nadie se imagine que esta dolorosa situación se resuelva pronto. Se han dado pasos positivos pero todavía queda mucho por hacer. Necesitamos perseverancia y oración, con gran fe en la fuerza salvadora de la gracia de Dios.

Al mismo tiempo, debo también expresar mi convicción de que para recuperarse de esta dolorosa herida, la Iglesia en Irlanda, debe reconocer en primer lugar ante Dios y ante los demás, los graves pecados cometidos contra niños indefensos. Ese reconocimiento, junto con un sincero pesar por el daño causado a las víctimas y sus familias, debe desembocar en un esfuerzo conjunto para garantizar que en el futuro los niños estén protegidos de semejantes delitos.

Mientras os enfrentáis a los retos de este momento, os pido que recordéis la "roca de la que fuisteis tallados" (Isaías 51, 1). Reflexionad sobre la generosa y a menudo heroica contribución ofrecida a la Iglesia y a la humanidad por generaciones de hombres y mujeres irlandeses, y haced que de esa reflexión brote el impulso para un honesto examen de conciencia personal y para un sólido programa de renovación de la Iglesia y el individuo. Rezo para que, asistida por la intercesión de sus numerosos santos y purificada por la penitencia, la Iglesia en Irlanda supere esta crisis y vuelve a ser una vez más testimonio convincente de la verdad y la bondad de Dios Todopoderoso, que se manifiesta en su Hijo Jesucristo.

3. A lo largo de la historia, los católicos irlandeses han demostrado ser, tanto en su patria como fuera de ella, una fuerza motriz del bien. Monjes celtas como San Columba difundieron el evangelio en Europa occidental y sentaron las bases de la cultura monástica medieval. Los ideales de santidad, caridad y sabiduría trascendente, nacidos de la fe cristiana, quedaron plasmados en la construcción de iglesias y monasterios y en la creación de escuelas, bibliotecas y hospitales, que contribuyeron a consolidar la identidad espiritual de Europa. Aquellos misioneros irlandeses debían su fuerza y su inspiración a la firmeza de su fe, al fuerte liderazgo y a la rectitud moral de la Iglesia en su tierra natal.

A partir del siglo XVI, los católicos en Irlanda atravesaron por un largo período de persecución, durante el cual lucharon por mantener viva la llama de la fe en circunstancias difíciles y peligrosas. San Oliver Plunkett, mártir y arzobispo de Armagh, es el ejemplo más famoso de una multitud de valerosos hijos e hijas de Irlanda dispuestos a dar su vida por la fidelidad al Evangelio. Después de la Emancipación Católica, la Iglesia fue libre de nuevo para volver a crecer. Las familias y un sinfín de personas que habían conservado la fe en el momento de la prueba se convirtieron en la chispa de un gran renacimiento del catolicismo irlandés en el siglo XIX. La iglesia escolarizaba, especialmente a los pobres, lo que supuso una importante contribución a la sociedad irlandesa. Entre los frutos de las nuevas escuelas católicas se cuenta el aumento de las vocaciones: generaciones de sacerdotes misioneros, hermanas y hermanos, dejaron su patria para servir en todos los continentes, sobre todo en mundo de habla inglesa. Eran excepcionales, no sólo por la vastedad de su número, sino también por la fuerza de la fe y la solidez de su compromiso pastoral. Muchas diócesis, especialmente en África, América y Australia, se han beneficiado de la presencia de clérigos y religiosos irlandeses, que predicaron el Evangelio y fundaron parroquias, escuelas y universidades, clínicas y hospitales, abiertas tanto a los católicos, como al resto de la sociedad, prestando una atención particular a las necesidades de los pobres.

En casi todas las familias irlandesas, ha habido siempre alguien - un hijo o una hija, una tía o un tío - que dieron sus vidas a la Iglesia. Con razón, las familias irlandesas tienen un gran respeto y afecto por sus seres queridos que dedicaron la vida a Cristo, compartiendo el don de la fe con los demás y traduciéndola en acciones sirviendo con amor a Dios y al prójimo.

4. En las últimas décadas, sin embargo, la Iglesia en vuestro país ha tenido que enfrentarse a nuevos y graves retos para la fe debidos a la rápida transformación y secularización de la sociedad irlandesa. El cambio social ha sido muy veloz y a menudo ha repercutido adversamente en la tradicional adhesión de las personas a las enseñanzas y valores católicos. Asimismo , las prácticas sacramentales y devocionales que sustentan la fe y la hacen crecer, como la confesión frecuente, la oración diaria y los retiros anuales se dejaron ,con frecuencia, de lado.

También fue significativa en este período la tendencia, incluso por parte de los sacerdotes y religiosos, a adoptar formas de pensamiento y de juicio de la realidad secular sin referencia suficiente al Evangelio. El programa de renovación propuesto por el Concilio Vaticano II fue a veces mal entendido y, además, a la luz de los profundos cambios sociales que estaban teniendo lugar, no era nada fácil discernir la mejor manera de realizarlo. En particular, hubo una tendencia, motivada por buenas intenciones, pero equivocada, de evitar los enfoques penales de las situaciones canónicamente irregulares. En este contexto general debemos tratar de entender el inquietante problema de abuso sexual de niños, que ha contribuido no poco al debilitamiento de la fe y la pérdida de respeto por la Iglesia y sus enseñanzas.

Sólo examinando cuidadosamente los numerosos elementos que han dado lugar a la crisis actual es posible efectuar un diagnóstico claro de las causas y encontrar las soluciones eficaces. Ciertamente, entre los factores que han contribuido a ella, podemos enumerar: los procedimientos inadecuados para determinar la idoneidad de los candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa, la insuficiente formación humana, moral, intelectual y espiritual en los seminarios y noviciados, la tendencia de la sociedad a favorecer al clero y otras figuras de autoridad y una preocupación fuera de lugar por el buen nombre de la Iglesia y por evitar escándalos cuyo resultado fue la falta de aplicación de las penas canónicas en vigor y de la salvaguardia de la dignidad de cada persona. Es necesaria una acción urgente para contrarrestar estos factores, que han tenido consecuencias tan trágicas para la vida de las víctimas y sus familias y han obscurecido tanto la luz del Evangelio, como no lo habían hecho siglos de persecución.

5. En varias ocasiones, desde mi elección a la Sede de Pedro, me he encontrado con víctimas de abusos sexuales y estoy dispuesto a seguir haciéndolo en futuro. He hablado con ellos, he escuchado sus historias, he constatado su sufrimiento, he rezado con ellos y por ellos. Anteriormente en mi pontificado, preocupado por abordar esta cuestión, pedí a los obispos de Irlanda, durante la visita ad limina de 2006 que "establecieran la verdad de lo ocurrido en el pasado y tomasen todas las medidas necesarias para evitar que sucediera de nuevo, para asegurar que los principios de justicia sean plenamente respetados y, sobre todo, para curar a las víctimas y a todos los afectados por estos crímenes atroces “ (Discurso a los obispos de Irlanda, el 28 de octubre de 2006).

Con esta carta, quiero exhortaros a todos vosotros, como pueblo de Dios en Irlanda, a reflexionar sobre las heridas infligidas al cuerpo de Cristo, los remedios necesarios y a veces dolorosos, para vendarlas y curarlas , y la necesidad de la unidad, la caridad y la ayuda mutua en el largo proceso de recuperación y renovación eclesial. Me dirijo ahora a vosotros con palabras que me salen del corazón, y quiero hablar a cada uno de vosotros y a todos vosotros como hermanos y hermanas en el Señor.

6. A las víctimas de abusos y a sus familias

Habéis sufrido inmensamente y me apesadumbra tanto. Sé que nada puede borrar el mal que habéis soportado. Vuestra confianza ha sido traicionada y violada vuestra dignidad. Muchos de vosotros han experimentado que cuando tuvieron el valor suficiente para hablar de lo que les había pasado, nadie quería escucharlos. Aquellos que sufrieron abusos en los internados deben haber sentido que no había manera de escapar de su dolor. Es comprensible que os sea difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia. En su nombre, expreso abiertamente la vergüenza y el remordimiento que sentimos todos. Al mismo tiempo, os pido que no perdáis la esperanza. En la comunión con la Iglesia es donde nos encontramos con la persona de Jesucristo, que fue Él mismo una víctima de la injusticia y el pecado. Como vosotros aún lleva las heridas de su sufrimiento injusto. Él entiende la profundidad de vuestro dolor y la persistencia de su efecto en vuestras vidas y vuestras relaciones con los demás, incluyendo vuestra relación con la Iglesia.

Sé que a algunos de vosotros les resulta difícil incluso entrar en una iglesia después de lo que ha sucedido. Sin embargo, las heridas de Cristo, transformadas por su sufrimiento redentor, son los instrumentos que han roto el poder del mal y nos hacen renacer a la vida y la esperanza. Creo firmemente en el poder curativo de su amor sacrificial - incluso en las situaciones más oscuras y desesperadas - que libera y trae la promesa de un nuevo comienzo.

Al dirigirme a vosotros como un pastor, preocupado por el bienestar de todos los hijos de Dios, os pido humildemente que reflexionéis sobre lo que he dicho. Ruego que, acercándoos a Cristo y participando en la vida de su Iglesia - una Iglesia purificada por la penitencia y renovada en la caridad pastoral - podáis descubrir de nuevo el amor infinito de Cristo por cada uno de vosotros. Estoy seguro de que de esta manera seréis capaces de encontrar reconciliación, profunda curación interior y paz.

7. A los sacerdotes y religiosos que han abusado de niños

Habéis traicionado la confianza depositada en vosotros por jóvenes inocentes y por sus padres. Debéis responder de ello ante Dios Todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos. Habéis perdido la estima de la gente de Irlanda y arrojado vergüenza y deshonor sobre vuestros semejantes. Aquellos de vosotros que son sacerdotes han violado la santidad del sacramento del Orden, en el que Cristo mismo se hace presente en nosotros y en nuestras acciones. Junto con el inmenso daño causado a las víctimas, un daño enorme se ha hecho a la Iglesia y a la percepción pública del sacerdocio y de la vida religiosa.

Os exhorto a examinar vuestra conciencia, a asumir la responsabilidad de los pecados que habéis cometido y a expresar con humildad vuestro pesar. El arrepentimiento sincero abre la puerta al perdón de Dios y a la gracia de la verdadera enmienda.

Debéis tratar de expiar personalmente vuestras acciones ofreciendo oraciones y penitencias por aquellos que habéis ofendido. El sacrificio redentor de Cristo tiene el poder de perdonar incluso el más grave de los pecados y extraer el bien incluso del más terrible de los males. Al mismo tiempo, la justicia de Dios nos llama a dar cuenta de nuestras acciones sin ocultar nada. Admitid abiertamente vuestra culpa, someteos a las exigencias de la justicia, pero no desesperéis de la misericordia de Dios.

8. A los padres

Os habéis sentido profundamente indignados y conmocionados al conocer los hechos terribles que sucedían en lo que debía haber sido el entorno más seguro para todos. En el mundo de hoy no es fácil construir un hogar y educar a los hijos. Se merecen crecer con seguridad, cariño y amor, con un fuerte sentido de su identidad y su valor. Tienen derecho a ser educados en los auténticos valores morales enraizados en la dignidad de la persona humana, a inspirarse en la verdad de nuestra fe católica y a aprender los patrones de comportamiento y acción que lleven a la sana autoestima y la felicidad duradera. Esta tarea noble pero exigente está confiada en primer lugar a vosotros, padres. Os invito a desempeñar vuestro papel para garantizar a los niños los mejores cuidados posibles, tanto en el hogar como en la sociedad en general, mientras la Iglesia, por su parte, sigue aplicando las medidas adoptadas en los últimos años para proteger a los jóvenes en los ambientes parroquiales y escolares. Os aseguro que estoy cerca de vosotros y os ofrezco el apoyo de mis oraciones mientras cumplís vuestras grandes responsabilidades

9. A los niños y jóvenes de Irlanda

Quiero dirigiros una palabra especial de aliento. Vuestra experiencia de la Iglesia es muy diferente de la de vuestros padres y abuelos. El mundo ha cambiado desde que ellos tenían vuestra edad. Sin embargo, todas las personas, en cada generación están llamadas a recorrer el mismo camino durante la vida, cualesquiera que sean las circunstancias. Todos estamos escandalizados por los pecados y errores de algunos miembros de la Iglesia, en particular de los que fueron elegidos especialmente para guiar y servir a los jóvenes. Pero es en la Iglesia donde encontraréis a Jesucristo que es el mismo ayer, hoy y siempre (cf. Hb 13, 8). Él os ama y se entregó por vosotros en la cruz. ¡Buscad una relación personal con Éll dentro de la comunión de su Iglesia, porque él nunca traicionará vuestra confianza! Sólo Él puede satisfacer vuestros anhelos más profundos y dar pleno sentido a vuestras vidas, orientándolas al servicio de los demás. Mantened vuestra mirada fija en Jesús y su bondad y proteged la llama de la fe en vuestros corazones. Espero en vosotros para que, junto con vuestros hermanos católicos en Irlanda, seáis fieles discípulos de nuestro Señor y aportéis el entusiasmo y el idealismo tan necesarios para la reconstrucción y la renovación de nuestra amada Iglesia.

10. A los sacerdotes y religiosos de Irlanda

Todos nosotros estamos sufriendo las consecuencias de los pecados de nuestros hermanos que han traicionado una obligación sagrada o no han afrontado de forma justa y responsable las denuncias de abusos. A la luz del escándalo y la indignación que estos hechos han causado, no sólo entre los fieles laicos, sino también entre vosotros y vuestras comunidades religiosas, muchos os sentís desanimados e incluso abandonados. Soy también consciente de que a los ojos de algunos aparecéis tachados de culpables por asociación, y de que os consideran como si fuerais de alguna forma responsable de los delitos de los demás. En este tiempo de sufrimiento, quiero dar acto de vuestra dedicación cómo sacerdotes y religiosos y de vuestro apostolado, y os invito a reafirmar vuestra fe en Cristo, vuestro amor por su Iglesia y vuestra confianza en las promesas evangélicas de la redención, el perdón y la renovación interior. De esta manera, podréis demostrar a todos que donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia (cf. Rm 5, 20).

Sé que muchos estáis decepcionados, desconcertados y encolerizados por la manera en que algunos de vuestros superiores abordaron esas cuestiones. Sin embargo, es esencial que cooperéis estrechamente con los que ostentan la autoridad y colaboréis en garantizar que las medidas adoptadas para responder a la crisis sean verdaderamente evangélicas, justas y eficaces. Por encima de todo, os pido que seáis cada vez más claramente hombres y mujeres de oración, que siguen con valentía el camino de la conversión, la purificación y la reconciliación. De esta manera, la Iglesia en Irlanda cobrará nueva vida y vitalidad gracias a vuestro testimonio del poder redentor de Dios que se hace visible en vuestras vidas.

11. A mis hermanos, los obispos

No se puede negar que algunos de vosotros y de vuestros predecesores han fracasado, a veces lamentablemente, a la hora de aplicar las normas, codificadas desde hace largo tiempo, del derecho canónico sobre los delitos de abusos de niños. Se han cometido graves errores en la respuesta a las acusaciones. Reconozco que era muy difícil comprender la magnitud y la complejidad del problema, obtener información fiable y tomar decisiones adecuadas en función de los pareceres contradictorios de los expertos. No obstante, hay que reconocer que se cometieron graves errores de juicio y hubo fallos de dirección. Todo esto ha socavado gravemente vuestra credibilidad y eficacia. Aprecio los esfuerzos llevados a cabo para remediar los errores del pasado y para garantizar que no vuelvan a ocurrir. Además de aplicar plenamente las normas del derecho canónico concernientes a los casos de abusos de niños, seguid cooperando con las autoridades civiles en el ámbito de su competencia. Está claro que los superiores religiosos deben hacer lo mismo. También ellos participaron en las recientes reuniones en Roma con el propósito de establecer un enfoque claro y coherente de estas cuestiones. Es imperativo que las normas de la Iglesia en Irlanda para la salvaguardia de los niños sean constantemente revisadas y actualizadas y que se apliquen plena e imparcialmente, en conformidad con el derecho canónico.


Sólo una acción decisiva llevada a cabo con total honestidad y transparencia restablecerá el respeto y el afecto del pueblo irlandés por la Iglesia a la que hemos consagrado nuestras vidas. Hay que empezar, en primer lugar, por vuestro examen de conciencia personal, la purificación interna y la renovación espiritual. El pueblo de Irlanda, con razón, espera que seáis hombres de Dios, que seáis santos, que viváis con sencillez, y busquéis día tras día la conversión personal. Para ellos, en palabras de San Agustín, sois un obispo, y sin embargo, con ellos estáis llamados a ser un discípulo de Cristo (cf. Sermón 340, 1). Os exhorto a renovar vuestro sentido de responsabilidad ante Dios, para crecer en solidaridad con vuestro pueblo y profundizar vuestra atención pastoral con todos los miembros de vuestro rebaño. En particular, preocupaos por la vida espiritual y moral de cada uno de vuestros sacerdotes. Servidles de ejemplo con vuestra propia vida, estad cerca de ellos, escuchad sus preocupaciones, ofrecedles aliento en este momento de dificultad y alimentad la llama de su amor por Cristo y su compromiso al servicio de sus hermanos y hermanas.

Asimismo, hay que alentar a los laicos a que desempeñen el papel que les corresponde en la vida de la Iglesia. Aseguraos de su formación para que puedan, articulada y convincentemente, dar razón del Evangelio en medio de la sociedad moderna (cf. 1 Pet 3, 15), y cooperen más plenamente en la vida y misión de la Iglesia. Esto, a su vez, os ayudará a volver a ser guías y testigos creíbles de la verdad redentora de Cristo.

12. A todos los fieles de Irlanda

La experiencia de un joven en la Iglesia debería siempre fructificar en su encuentro personal y vivificador con Jesucristo, dentro de una comunidad que lo ama y lo sustenta. En este entorno, habría que animar a los jóvenes a alcanzar su plena estatura humana y espiritual, a aspirar a los altos ideales de santidad, caridad y verdad y a inspirarse en la riqueza de una gran tradición religiosa y cultural. En nuestra sociedad cada vez más secularizada en la que incluso los cristianos a menudo encuentran difícil hablar de la dimensión trascendente de nuestra existencia, tenemos que encontrar nuevas modos para transmitir a los jóvenes la belleza y la riqueza de la amistad con Jesucristo en la comunión de su Iglesia. Para resolver la crisis actual, las medidas que contrarresten adecuadamente los delitos individuales son esenciales pero no suficientes: hace falta una nueva visión que inspire a la generación actual y a las futuras generaciones a atesorar el don de nuestra fe común. Siguiendo el camino indicado por el Evangelio, observando los mandamientos y conformando vuestras vidas cada vez más a la figura de Jesucristo, experimentaréis con seguridad la renovación profunda que necesita con urgencia nuestra época . Invito a todos a perseverar en este camino.

13. Queridos hermanos y hermanas en Cristo, profundamente preocupado por todos vosotros en este momento de dolor, en que la fragilidad de la condición humana se revela tan claramente, os he querido ofrecer palabras de aliento y apoyo. Espero que las aceptéis como un signo de mi cercanía espiritual y de mi confianza en vuestra capacidad para afrontar los retos del momento actual, recurriendo, como fuente de renovada inspiración y fortaleza a las nobles tradiciones de Irlanda de fidelidad al Evangelio, perseverancia en la fe y determinación en la búsqueda de la santidad. En solidaridad con todos vosotros, ruego con insistencia para que, con la gracia de Dios, las heridas inflingidas a tantas personas y familias puedan curarse y para que la Iglesia en Irlanda experimente una época de renacimiento y renovación espiritual

14. Quisiera proponer, además, algunas medidas concretas para abordar la situación.

Al final de mi reunión con los obispos de Irlanda, les pedí que la Cuaresma de este año se considerase un tiempo de oración para la efusión de la misericordia de Dios y de los dones de santidad y fortaleza del Espíritu Santo sobre la Iglesia en vuestro país. Ahora os invito a todos a ofrecer durante un año, desde ahora hasta la Pascua de 2011, la penitencia de los viernes para este fin. Os pido que ofrezcáis el ayuno, las oraciones, la lectura de la Sagrada Escritura y las obras de misericordia por la gracia de la curación y la renovación de la Iglesia en Irlanda. Os animo a redescubrir el sacramento de la Reconciliación y a utilizar con más frecuencia el poder transformador de su gracia.


Hay que prestar también especial atención a la adoración eucarística, y en cada diócesis debe haber iglesias o capillas específicamente dedicadas a ello. Pido a las parroquias, seminarios, casas religiosas y monasterios que organicen períodos de adoración eucarística, para que todos tengan la oportunidad de participar. Mediante la oración ferviente ante la presencia real del Señor, podéis cumplir la reparación por los pecados de abusos que han causado tanto daño y al mismo tiempo, implorar la gracia de una fuerza renovada y un sentido más profundo de misión por parte de todos los obispos, sacerdotes, religiosos y fieles.

Estoy seguro de que este programa conducirá a un renacimiento de la Iglesia en Irlanda en la plenitud de la verdad de Dios, porque la verdad nos hace libres (cf. Jn 8, 32).

Además, después de haber rezado y consultado sobre el tema, tengo la intención de convocar una Visita Apostólica en algunas diócesis de Irlanda, así como en los seminarios y congregaciones religiosas. La visita tiene por objeto ayudar a la Iglesia local en su camino de renovación y se establecerá en cooperación con las oficinas competentes de la Curia Romana y de la Conferencia Episcopal Irlandesa. Los detalles serán anunciados en su debido momento.

También propongo que se convoque una misión a nivel nacional para todos los obispos, sacerdotes y religiosos. Espero que gracias a los conocimientos de predicadores expertos y organizadores de retiros en Irlanda, y en otros lugares , mediante la revisión de los documentos conciliares, los ritos litúrgicos de la ordenación y profesión, y las recientes enseñanzas pontificias, lleguéis a una valoración más profunda de vuestras vocaciones respectivas, a fin de redescubrir las raíces de vuestra fe en Jesucristo y de beber a fondo en las fuentes de agua viva que os ofrece a través de su Iglesia.

En este año dedicado a los sacerdotes, os propongo de forma especial la figura de San Juan María Vianney, que tenía una rica comprensión del misterio del sacerdocio. "El sacerdote -escribió- tiene la llave de los tesoros de los cielos: es el que abre la puerta, es el mayordomo del buen Dios, el administrador de sus bienes." El cura de Ars entendió perfectamente la gran bendición que supone para una comunidad un sacerdote bueno y santo: “Un buen pastor, un pastor conforme al corazón de Dios es el tesoro más grande que Dios puede dar a una parroquia y uno de los más preciosos dones de la misericordia divina ".Que por la intercesión de San Juan María Vianney se revitalice el sacerdocio en Irlanda y toda la Iglesia en Irlanda crezca en la estima del gran don del ministerio sacerdotal.

Aprovecho esta oportunidad para dar las gracias anticipadamente a todos aquellos que ya están dedicados a la tarea de organizar la Visita Apostólica y la Misión, así como a los muchos hombres y mujeres en toda Irlanda que ya están trabajando para proteger a los niños en los ambientes eclesiales. Desde el momento en que se comenzó a entender plenamente la gravedad y la magnitud del problema de los abusos sexuales de niños en instituciones católicas, la Iglesia ha llevado a cabo una cantidad inmensa de trabajo en muchas partes del mundo para hacerle frente y ponerle remedio. Si bien no se debe escatimar ningún esfuerzo para mejorar y actualizar los procedimientos existentes, me anima el hecho de que las prácticas vigentes de tutela, adoptadas por las iglesias locales, se consideran en algunas partes del mundo, un modelo para otras instituciones.

Quiero concluir esta carta con una Oración especial por la Iglesia en Irlanda, que os dejo con la atención que un padre presta a sus hijos y el afecto de un cristiano como vosotros, escandalizado y herido por lo que ha ocurrido en nuestra querida Iglesia. Cuando recéis esta oración en vuestras familias, parroquias y comunidades, la Santísima Virgen María os proteja y guíe a cada uno de vosotros a una unión más estrecha con su Hijo, crucificado y resucitado. Con gran afecto y confianza inquebrantable en las promesas de Dios, os imparto a todos mi bendición apostólica como prenda de fortaleza y paz en el Señor.

Desde el Vaticano, 19 de marzo de 2010, Solemnidad de San José,

BENEDICTUS PP. XVI





ORACIÓN POR LA IGLESIA EN IRLANDA



Dios de nuestros padres,
renuévanos en la fe que es nuestra vida y salvación,
en la esperanza que promete el perdón y la renovación interior,
en la caridad que purifica y abre nuestros corazones
en tu amor , y a través de tí en el amor de todos nuestros hermanos y hermanas.

Señor Jesucristo,
Que la Iglesia en Irlanda renueve su compromiso milenario
en la formación de nuestros jóvenes en el camino de la verdad,la bondad, la santidad y el servicio generoso a la sociedad.

Espíritu Santo, consolador, defensor y guía,
inspira una nueva primavera de santidad y entrega apostólica
para la Iglesia en Irlanda.

Que nuestro dolor y nuestras lágrimas,
nuestro sincero esfuerzo para enderezar los errores del pasado
y nuestro firme propósito de enmienda,
den una cosecha abundante de gracia
para la profundización de la fe
en nuestras familias, parroquias, escuelas y asociaciones,
para el progreso espiritual de la sociedad irlandesa,
y el crecimiento de la caridad. la justicia, la alegría y la paz en toda la familia humana.

A ti, Trinidad,
con plena confianza en la protección de María,
Reina de Irlanda, Madre nuestra,
y de San Patricio, Santa Brígida y todos los santos,
nos confiamos nosotros mismos, nuestros hijos,
y confiamos las necesidades de la Iglesia en Irlanda.

viernes, 19 de marzo de 2010

19 de marzo. Luis Polo (Colombia) en la universidad.




















LUIS POLO, ex legionario de Colombia, ha entrado a la universidad.

Aprovechemos para felicitar a otros muchos que están estudiando licenciaturas o maestrías. Les deseamos mucho éxito. Los hábitos de disciplina y de estudios son valiosos en estas circunstancias, ¿no es verdad?

19 de marzo. Ex apostólicos que van de misiones.





















AARON PEDRO FLORES es responsable de un equipo de misiones formado por ex apostólicos del Ajusco.

Le agradecemos la noticia a MIGUEL ÁNGEL ERGUERA.

Oremus ad invicem.

19 de marzo. Visita apostólica

















Hoy tanto el sitio del Regnum Christi como el de la Legión de Cristo publicaron una nota recordando que la visita apostólica terminó, pero que tardarán en conocerse los resultados.

Oremos por ellos. Oremus ad invicem.


http://www.regnumchristi.org/espanol/articulos/articulo.phtml?se=359&ca=84&te=782&id=29075

19 de marzo. Al altar por dos caminos (segunda parte)













Amigos:

OMAR CORTÉS también va al altar ¡desde la sacristía!

Omar se va en agosto a Roma para iniciar la teología y ordenarse sacerdote para la prelatura de Cancún-Chetumal. Encomendémoslo. Es una gran noticia.

19 de marzo. Rumbo al altar por dos caminos (primera parte)

Amigos:

Dos compañeros se dirigen al altar. Se van a casar:

MATTHEW BROCK con Caroline




















ANTONIO ALDRETTE con Paola




















No sé cuándo es la boda de Matthew. Antonio creo que se casará en diciembre próximo.

Muchas felicidades.

19 de marzo. San José.























Hoy es San José. Es el día del padre.

Para todos los que somos papás: felicidades. Que Dios nos conceda guiar a nuestros hijos para que sean felices aquí en la tierra como en el cielo.

17 de marzo. San Patricio veía doble.
























LEYENDAS URBANAS. Del Muro de Facebook de ROBERT NUGENT


Me recuerdo hace muchas anos (como 15) tuve que hace 300 cafes irlandeses para todos en el C.E.S. Poco sabian los LC's que yo ni idea tenia de como hacerlos. No importa todos estaban felices, desques supe que puso 3 veces mas whiskey que deberia.. ;-) Pues 80 botellas de whiskey fue mucho!

miércoles, 17 de marzo de 2010

17 de marzo. Fátima, ya casi, ya casi...


















Hola:

Mariana, Santiago y yo, queremos darles las gracias por sus oraciones. La alegría que vivimos en estos momentos por la llegada de Fátima es parte de los deseos y las oraciones que nos dirigieron para que pudiéramos llegar a estos momentos tan bonitos.


Damos gracias a Dios por contar con amigos como ustedes. Además les compartimos que Fátima llegará el próximo sábado 20 de marzo.


Les mandamos un abrazo a todos, saludos a sus esposas o novias. Dios les bendiga.

Sus amigos,

Mariana, Fátima, Santiago y Fernando Trujillo

martes, 16 de marzo de 2010

16 de marzo. Misa del P. Álvaro Corcuera LC en Monterrey

El lunes 15 de marzo el P. Álvaro Corcuera LC celebró la Eucaristía en el gimnasio del Instituto Irlandés de Monterrey. Fueron los legionarios, señoritas consagradas, apostólicos y cualquier persona que deseara acudir.

En la homilía reflexionó sobre las lecciones que este momento de la historia les está dejando a los legionarios, a los miembros consagrados y a todos los que forman parte del Regnum Christi. Lecciones de fe, humildad, y amor. Habló también a los sacerdotes, para agradecerles su ministerio y su entrega.

Pueden ver un video del final de la misa.

Oremus ad invicem.

http://www.facebook.com/video/video.php?v=10150138059770293

16 de marzo. Oferta de trabajo en Cancún










OMAR CORTÉS OFRECE PLAZA DE TRABAJO:

Quería pedirte un gran favor. Si podías anunciar una plaza vacante para ocupar mi lugar.

Puesto: Director de Comunicación de la Prelatura de Cancún-Chetumal.
Perfil: Conocimientos en Doctrina y Pastoral de la Iglesia, Conocimientos en Comunicación para actividades relacionadas con: Oficina de prensa, Diseño, Estadística, Radio, Internet y Capacitación técnica.
Edad: Variable (25-40 años)
Para residir en Cancún. De preferencia soltero.
Sueldo: $15 mil pesos mensuales (ya con deducción de impuestos) + prestaciones de ley.

Interesados: enviar curriculum a un servidor, al correo:
comunicacion@cancunchetumal.org

Iniciar a trabajar en mayo, para capacitarlo.

viernes, 12 de marzo de 2010

12 de marzo. Nació el hijo de Manuel Martínez Gallego























¡Felicidades Manuel!


Amigos:

Manuel y Karina han tenido a su primer bebé. El boletín de prensa:

"Hola Marcial: El día 5 de marzo nació nuestro primer hijo. Gracias a Dios ha nacido bien, un muchachote por cierto (4,230 kg y 51 cm) todo un hombretón. Un abrazo."

MUCHAS FELICIDADES.

Oremus ad invicem,

jueves, 11 de marzo de 2010

11 de marzo. El P. Guillermo Serra LC será asistente para apostolado en Estados Unidos















P. Emilio Díaz-Torre LC(derecha). P. Guillermo Serra LC (izquierda)



DE LA PÁGINA DE LA LEGIÓN DE CRISTO EN INGLÉS
(La síntesis en castellano: El P. Emilio Díaz-Torre LC va a ser director territorial de Monterrey. El P. Guillermo Serra LC va a ocupar el puesto de Asistente para el apostolado en el territorio de Atlanta).


The following notice from Fr Scott Reilly, LC, announces a change of personnel in the Atlanta territory.

Dear Friends in Christ,

I am pleased to announce two changes in Legionary assignments.

Father William Serra has been named assistant for apostolate for the Atlanta territory. He replaces Father Emilio Diaz-Torre, who has been named territorial director for the territory of Monterrey, Mexico.

Father William was ordained in 2004, and served as territorial secretary for North America in 2004, becoming territorial secretary for the Atlanta territory until mid-2005. Since that time, he has been working in the Legionaries’ general directorate in Rome.

Father Emilio was ordained in 1993, and has spent most of his priesthood in the United States in various apostolic roles, based initially in the Northeast. Since 2005, he has worked from Atlanta as assistant for apostolate.

Please join me in welcoming Father William to his new assignment. And also join me in prayers for Father Emilio to continue doing in his new assignment what he has done so faithfully during his time with us: bring souls to Christ.

God Bless,

Father Scott Reilly

Territorial Director, Atlanta

miércoles, 10 de marzo de 2010

martes, 9 de marzo de 2010

lunes, 8 de marzo de 2010

8 de marzo. El hermano precandidato que perdió una pierna se recupera y volverá al centro vocacional.



















DANIELA HA DEJADO ESTE COMENTARIO:

Bom dia,

The brother mentioned above (Willy) is thanking for your prayers. He has had his second surgery and is ready to head home (near the seminary) for a few months. His first question to the priest that was staying with him at the hospital after the first curgery was: may I still be a Legionary? That was answered immediatedly by the Priest: "Certainly! As always it is up to you and God". I have been daily in touch with Willy and his family. He plans to be back to the seminary in two months, still not walking and not being able to hold cruches. There are brothers already preparing to be able to take care of him. Please pray. He is only 17 and now he needs all strength to be able to start over.

sábado, 6 de marzo de 2010

6 de marzo. TRADUCTORES. ¡Gracias Nicholas!


















NICHOLAS FERREIRA COMPARTE:

Sé que algunos exLC están buscando trabajo. Pues acabo de comenzar una agencia de traducción y tal vez algunos quieren sumarse al trabajo.

Los interesados deben enviarme:
- nombre
- correo electrónico
- lengua materna
- lengua(s) de partida
- experiencia en la traducción
- disponibilidad
- especialidad
- otros datos relevantes.

Muchas gracias y buen fin de semana.

Nicolás Ferreira
njfworld@yahoo.com
Tel: 1.416.419.4121

viernes, 5 de marzo de 2010

5 de marzo. Malas noticias. Buenas noticias.

Amigos:

* Malas noticias. Varios exlegionarios siguen buscando trabajo. Si alguien tiene alguna oportunidad laboral, páseme los datos. ¿Alguien tiene algo en Chile?

* Buenas noticias. A partir de hoy sólo faltan 50 días para LA boda. ¿Cuál? La de Alberto Cabria. ¿Se completará el avión de los exapostólicos de New Hampshire de la década de los 80 invitados a la boda?

Oremus ad invicem

5 de marzo. Buenas noticias: apareció la mamá del apostólico de Chile

NOTICIAS RECIBIDAS HACE UNAS HORAS:

¡Venga tu Reino!

Muy estimado en Cristo:

La verdad no tengo ningún problema, sólo pongo una nota sobre la mamá del apostólico que ya la logramos contactar y está bien, para no crear más preocupación. Espero que este testimonio ayude a mucha gente a rezar por las víctimas.

Suyo en Cristo y la Legión:
H. nn LC

jueves, 4 de marzo de 2010

4 de marzo. Sólo quedó en pie la Virgen de Guadalupe. Testimonios de Chile (segunda parte)

















Acercamiento de herrería del Palacio de la Moneda (Santiago de Chile)


FRAGMENTOS DE UN TESTIMONIO DE UN RELIGIOSO DE LA APOSTÓLICA DE CHILE

Este religioso se encontraba en la apostólica de Chile. Se omiten fragmentos más personales del relato.


¡Venga tu Reino!

Muy estimados en Cristo:

Les escribo desde Chile después de esta catástrofe, les prometo que jamás había estado en algo así, parecía que estuviéramos en una licuadora. Yo llegué a Chile el jueves después de un ligero paseo por Argentina para hacer mis ejercicios espirituales. Ahí jugamos una cáscara el H. [...] y otros. El viernes en la noche nos fuimos a acostar tarde después de ver unos vídeos con los apostólicos y a las 3:45 se desató la licuadora. Yo duermo en una celda y tengo una silla en frente, pero aquello se movía tanto que no le atiné a la puerta y me caí. [...]. Como ya estaba en el suelo y aquello no paraba gateé hasta la puerta más cercana y cuando quise abrir el portillo de arriba me lanzó al suelo del impulso.

El terremoto fuerte duró unos 3 minutos, es el quinto más fuerte en toda la historia de la humanidad, y los tres minutos (y lo digo con orgullo) los pasé bajo techo asegurándome de que todos los apostólicos salieran. Algunos estaban privados por el miedo, sin exagerar. [...]. Pasado el terremoto me puse a llamar a las familias para asegurarme que todos estuvieran bien.

[...]. Pero bueno, todos bien (está temblando de nuevo mientras escribo). La casa sufrió serios desperfectos, la despensa se vació competa, mi despacho se dio vuelta, hubo paredes que se recorrieron 3 centímetros, el almacén de jardinería se tendrá que demoler. EN EL RECIBIDOR SÓLO QUEDÓ EN PIE LA VIRGEN DE GUADALUPE.

Fue una experiencia impresionante. [...] En cuanto a la apostólica, sólo les voy a pedir encarecidamente sus oraciones por la mamá y el hermanito menor de un apostólico que estaban en la zona del epicentro y aún no sabemos nada de ellos.

La verdad es atroz ver una catástrofe así, pero vivirla es peor y no se lo recomiendo. Ahora pidamos mucho por las víctimas que hasta ahora son 802 pero esperan sobrepasar los 1500, por desgracia.

Suyo en Cristo y la Legión

4 de marzo. Fueron a los hospitales a ofrecer los sacramentos. Testimonios del terremoto de Chile (primera parte)

























TESTIMONIO DEL P. ALFREDO MÁRQUEZ LC
¡VTR!
Muy queridos familiares y amigos:

Les envío un saludo y un recuerdo en mis oraciones. Perdón que les responda a todos juntos y de forma esquemática pero comprenderán que no tengo mucho tiempo disponible y apenas ahora nos acaban de restituir el servicio de Internet.

La noche del viernes al sábado fue completamente anormal en mi vida pues el terremoto de 8.8 grados en la escala de Richter a las 3:34 de la madrugada nos sorprendió a todos y nos levantó de la cama sobresaltados. La movida duró casi 3 eternos minutos que parecían no terminar nunca, nunca, nunca.

Salí corriendo de la casa, como todos los demás padres, en pijama, descalzo y a toda velocidad, pero de inmediato me frené, porque hay tantos peligros en quedarse como en salir. Pensé en los cables eléctricos que se caen, en los cristales de los edificios, en pedazos de material que caen de las casas, árboles, etc. alerta mirábamos todos en la oscuridad para ver qué hacer y no se te ocurre nada, salvo procesar en segundos todos los peligros y procurar mantenerte en la zona donde crees que mejor te puede ir. Luego salimos a la calle y ahí nos quedamos una hora conversando entre nosotros y con los vecinos para luego entrar a dormir nuevamente pensando que sólo había sido un susto porque todo se veía en completa normalidad pero a oscuras y sin luz. Era difícil dormir y continuamente se escuchaban sirenas de bomberos y policías que se iban a toda velocidad a otras partes de la ciudad. Al amanecer fuimos descubriendo que en la zona centro de Santiago hubo algún derrumbe de casas viejas de adobe (en Santiago todo se construye ahora con muchas medidas de seguridad antisísmica), y luego, que en la costa y en otras ciudades un poco más al sur sí se había destruido todo. Ahí comenzaron los intentos de llamar a todos los conocidos para ver cómo estaban, pero era inútil: no había comunicaciones.

De inmediato nos fuimos tres sacerdotes a la clínica las Condes al servicio de urgencias para atender a las personas que fueran llegando para darles la unción, confesarles y atender a las familias. Como es la clínica que está junto al colegio Cumbres, comenzaron a llegar muchos heridos de la zona costera donde se encontraban aprovechando el último fin de semana de vacaciones de verano. En una discoteca había 2,000 jóvenes disfrutando su última fiesta hasta que el lugar se les derrumbó con el terremoto. Helicópteros, ambulancias, coches particulares… todos traían heridos y lo más doloroso es que no eran caras desconocidas sino jóvenes y niñas que conocía perfectamente desde que eran niños. El hospital era un hormiguero de doctores, enfermeras, personal de apoyo que corría de un lado para otro cada vez que la alarma anunciaba la llegada de una ambulancia o helicóptero. Llegaba de todo. Un joven con el cráneo hundido por un pedazo de material que le cayó del techo (y yo lo conocía). Otro joven que venía sin los dos brazos y con el cráneo roto (y yo lo conocía), otra joven con el cráneo roto (y yo la conocía); otro con una pierna colgando (y yo lo conocía)… todos venían de la misma discoteca a 150 kilómetros de Santiago y a todos los conocía desde que eran niños porque habían sido alumnos de nuestros colegios y ahora estaban ahí desolados… ¿qué les digo a sus mamás…? No hay palabras. Y así fue todo el día: recibir heridos y estar a su lado.

También están los dramas de la gente que se lleva el mar después del terremoto, con las olas que se forman… También ahí conocía a una familia de nuestros colegios que estaba en una casa junto al mar, les llegó la ola y se los llevó. Los papás y los niños de 5 y 7 años se salvaron pero el de año y medio y de tres, no pudieron… No hay nada que hacer.

Así que, como pueden ver aunque todos nosotros estamos perfectamente bien y todos nuestros colegios en buen estado y sin ningún daño, sí hay zonas del país muy devastadas y mucha gente sufriendo. Así que hemos procurado ayudar lo más que podemos para que todo se normalice.

Menos mal que este país es bastante serio y ordenado pues un terremoto de 8.8 grados hubiera destruido por completo otros países y aquí, sin embargo no se han completado ni los 1000 muertos y casi todo está nuevamente funcionando.

No dejen de encomendarnos pues es muy necesario.

Un saludo a todos Afmo. en Cristo, P. Alfredo Márquez, L.C.