LEYENDA URBANA en gratitud a Aurelio Arellano:
Aurelio Arellano, ex legionario, fue prefecto en el Ajusco. Había mucha austeridad y no teníamos merienda. Por eso, al volver a la apostólica al terminar las clases todos íbamos rugiendo de hambre.
Aurelio guardaba algunas de las viandas de la merienda de padres y hacía concursos en el trayecto, para entretenernos y también para mitigar un poco ese rato.
Con gratitud.
Aurelio vive en Guadalajara y está en contacto con algunos ex legionarios.
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