viernes, 4 de noviembre de 2011

4 de noviembre. Crónica del fallecimiento y funeral del padre Mora




Sábado 4 de noviembre de 2006

El sábado 4 de noviembre el padre Mora amaneció en la misma situación delicada de las últimas semanas. Había pasado una noche con algún malestar del estómago. Retomó algo de energía y parecía que iba a pasar un día sereno. El padre se encontraba en la casa de la familia Sánchez Barba.

En la mañana recibió la visita de Félix Sánchez Soler. Poco después de marcharse “El Ratón” el padre entró en crisis. Se encontraban presentes el padre Jorge Guzmán, Jesús y Beatriz Sánchez Barba, y Eduardo y Lourdes Carrillo. Le pidieron al padre una bendición que aún les dio. Iniciaron los esfuerzos para reanimarlo. El padre Jorge, viendo aproximarse el desenlace, comenzó a celebrar la Santa Misa. Apenas después de las 6 de la tarde falleció el padre Carlos Mora, durante la celebración de la Eucaristía. Unos veinte minutos después llegaron el P. Vicente Cortina, superior del centro de apostolado de La Paz, y el P. Juan Pedro Oriol.

Fue trasladado a la agencia funeraria Gayoso para la preparación del cuerpo. Posteriormente fue trasladado al centro donde el P. Juan Pedro se encargó de vestirle la sotana. Entretanto se acondicionó la sección de señoras del norte, en la avenida Acueducto, para recibir el féretro y velar los restos. A partir de las 11 de la noche inició formalmente la velación. Las familias fueron desfilando a lo largo de esa noche y hasta la tarde del domingo.

Domingo 5 de Noviembre de 2006

El padre Leonardo Núñez, director territorial, llegó en el primer vuelo del domingo a Guadalajara. A lo largo del día llegaron otros legionarios y miembros consagrados de ambas ramas.

Durante el domingo se celebraron cuatro misas ante el féretro del P. Mora en el centro de la sección de señoras: a las ocho, a las nueve y media, a las once y a las doce y media. Todas las misas estuvieron llenas. Entre una y otra las familias pasaban a dar su último adiós a los restos del padre. Se colocó un libro en blanco a la entrada en el que los visitantes escribieron un testimonio o recuerdo en memoria del padre Mora. También se rezó el rosario. Durante la mañana el párroco de San Javier de las Colinas, donde se encuentra el centro de la sección de señoras, acudió a dar su pésame y despedirse de los restos del padre. Ofreció que la misa de las cinco de la tarde fuera en la parroquia.

Su Eminencia el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez llegó aproximadamente a la una de la tarde y esperó en el recibidor a que concluyera la Santa Misa acompañado del padre Leonardo, del padre Vicente Cortina y de familias que saludaron al cardenal y conversaron con él. Su eminencia pasó luego unos momentos a orar junto al cadáver, y bendijo con agua bendita el féretro y a los presentes.

A las cinco de la tarde se trasladó al padre Mora al templo y se colocó el ataúd en el suelo, con una casulla y un evangeliario sobre él. Después de la Celebración Eucarística el cortejo fúnebre se dirigió hacia el  centro vocacional de Guadalajara, en Tesistán. Los restos llegaron a las siete y media de la noche. La comunidad colocó un panel a la entrada de la capilla con fotografías y una semblanza del padre Mora. Se rezó el rosario mientras llegaban los que deseaban asistir a la misa de cuerpo presente. Presidió la ceremonia el padre Leonardo Núñez. Concelebraron otros 21 sacerdotes legionarios. Participaron en la misa un poco más de setecientas personas, entre hermanos de la comunidad del centro vocacional, religiosos, señoritas consagradas, familias y amigos. Antes de dar la bendición el padre Antonio Herrero, nuncio del director general, leyó la carta que el padre Álvaro Corcuera dirigió al padre Leonardo con motivo del fallecimiento del padre Carlos Mora. Después de la carta el padre Leonardo informó a todos que al día siguiente se trasladaría al padre a Cotija y que sería enterrado el martes a mediodía. Después de la bendición y cuando concluyó la procesión de los celebrantes la asamblea dio un largo aplauso de despedida al padre Mora. Las señoras del apostolado “Sendas” repartieron a los presentes unas estampas con la imagen del “Cristo legionario” y detrás un resumen de la vida del padre y un texto donde hablaba sobre el amor a la Eucaristía que había aprendido durante el noviciado.

Cuando ya se estaba retirando la asamblea llegó monseñor José María de la Torre, obispo auxiliar de Guadalajara y encargado de la pastoral profética. Monseñor de la Torre cuenta que, cuando niño, el padre Carlos Mora lo invitó al centro vocacional pero él siguió la vocación al sacerdocio diocesano. Al llegar a su casa al regresar de un retiro de matrimonios encontró recado del fallecimiento y enseguida se trasladó para despedirse del padre.

Lunes 6 de noviembre

Los restos del padre Mora llegaron a Cotija al centro cultural Santa María de la montaña aproximadamente a las cinco y media de la tarde. Los legionarios y señoritas consagradas que ya habían llegado, así como los miembros del Movimiento que estaban en cursillo en el centro, comenzaron a pasar a rezar el rosario y a velar a lo largo de la tarde y la noche. Durante la noche se quedaron en la capilla el padre Juan Pedro Oriol, el padre Javier de la Torre, algunas señoras del Regnum Christi de Guadalajara, y los familiares del padre Mora que habían llegado para los funerales.

Martes 7 de noviembre

Durante la mañana llegaron sacerdotes, religiosos y miembros consagrados de diversos centros del país, entre ellos San Luis Potosí, León, Aguascalientes y México. Llegó también monseñor Jorge Bernal, obispo emérito de Cancún-Chetumal y el padre Rodolfo Mayagoitia, director territorial de México. Hubo una representación de los centros vocacionales de Guadalajara y León. Igualmente llegaron familias y amigos de la Legión, principalmente de Guadalajara.

A mediodía inició la misa presidida por mons. Bernal. Concelebraron los sacerdotes presentes en Cotija. Se encontraban en la ceremonia cerca de 500 legionarios, miembros consagrados, miembros del Regnum Christi y amigos. En el saludo inicial monseñor Bernal hizo un breve recuento de la historia del padre Mora en los inicios de la Legión y sus virtudes. El padre Leonardo Núñez predicó la homilía. Antes de la bendición final el padre Antonio Herrero leyó la carta del padre Álvaro al padre Leonardo con motivo del fallecimiento del padre Mora, y el hermano del padre Carlos Mora dirigió unas palabras para agradecerles a todos el cariño a su hermano.

El féretro fue puesto en la carroza fúnebre por hermanos apostólicos. El cortejo se dirigió a la cripta de Mamá Maurita. Al introducir el sarcófago en el nicho hubo un fuerte aplauso. Monseñor Bernal concluyó el rito y dio la bendición. El padre Antonio Herrero entonó “El canto de gozo”, el himno de la Legión y el Salve Regina. Antes de colocar la losa muchos pasaron a tocar el féretro por última vez, dejar flores o pasar alguna imagen sobre él, mientras las señoritas consagradas entonaban algunos cantos. Cuando finalmente se cerró el nicho hubo otro aplauso.

Los presentes se fueron retirando poco a poco. Algunos padres, hermanos y seglares permanecieron un rato en oración aún.

Así concluyeron los eventos del último adiós al padre Carlos Mora, sacerdote, fiel cofundador de la Legión.

1 comentario:

  1. Qué hermoso texto, es como si hubiera estado allí para este momento del pasaje de un verdadero hombre de Dios.

    Cuántas almas le han de estar esperando en el cielo para agradecerle el bien que les había hecho aquí en la tierra.

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