martes, 23 de marzo de 2010

24 de marzo. ¿Qué sucedió en el accidente? El P. Marcelo Cecato nos lo narra










El hermano Willy Acker Schuh cLC



EL P. MARCELO CECATO LC NOS NARRA LO SIGUIENTE:


El H. Willy nació en 1993 en una ciudad de origen alemana llamada Santa Maria do Herval, Rio Grande do Sul, Brasil. Entró en el Centro Vocacional de Porto Alegre en 2006. En noviembre de 2009 recibió su uniforme de candidato de manos del P. Manuel Aromir, LC.

En el día quince de febrero de 2010, toda la comunidad fue al paseo previo a los Ejercicios Espirituales. La mayoría de los religiosos del centro, y los hermanos candidatos, acompañaban a los hermanos apostólicos y precandidatos.

A menos de un kilómetro de la ciudad de destino, el autobús perdió completamente los frenos. Éste al final chocó contra un árbol, y con la fuerza del impacto, el hermano fue lanzado para fuera del autobús, el cual acabó volcándose sobre su pierna derecha.
Con y por la gracia de Dios, todos pudieron salir bien. El P. Miguel de la Torre, rector del centro, y que venía en la primera fila, narra que cuando se dio cuenta que iban a chocar, pidió que todos rezasen juntos una Ave-María, así que ésta terminó, vinieron los fuertes estallidos del impacto.

El H. Willy fue el más afectado. En el hospital intentaron, por cuatro días, salvarle la pierna. Debido a una fuerte infección, que amenazaba expandirse por la sangre, el viernes tuvieron que amputarla debajo de la rodilla derecha.
¿Qué se puede imaginar y pensar de un hermano precandidato que siempre jugaba, un verdadero apasionado por el fútbol y todos los tipos de deportes? ¿Cómo reaccionaría a lo que Dios ahora le permitía sufrir?

Le di seguimiento en los primeros días y pude acompañar a su familia en estos momentos de dolor. En el primer día que hablamos estaba muy tranquilo y sereno. Entusiasta como siempre. Cuando los mismos doctores le dijeron de la gravedad y la posibilidad de amputarle la pierna sufrió más, pero ni por esto dejó de tener una gran fe y confianza en Dios.

En aquél lecho conocí a otro Willy o aquél a quien de verdad nunca conocí antes. Qué fuerza, qué lucha, qué entusiasmo, qué lecciones Dios me estaba dando a través de un jovencito.

Cuando el H. Willy ya era consciente de la gravedad, hablé con él antes de la operación. Le animé y motivé para seguir adelante, confiando en Dios y que todos estábamos a su lado. Fue a la sala de operación. Me quedé fuera con sus padres. Su mamá rezaba mucho el rosario. Recé varios con ella. Lo único que pedía a Dios es que le diera fuerzas para cumplir su Voluntad: “padre, esto es lo único que pido a Dios, fuerza para cumplir su Voluntad”.

¡Qué mujer de fe! Cuántas lecciones aprendí de Dios en estos momentos. Antes de proceder a la amputación, el doctor vino anunciar lo que harían y pedir el permiso escrito de los papás. Su madre, en pie, recibe la noticia. Una tablilla, un bolígrafo y la firma de su padre. Me imaginaba años atrás la firma del certificado de nacimiento, con cuánta alegría, y ahora, con fe y mucho dolor. ¿Hasta dónde puede llegar el ser humano? Hasta el umbral del dolor, y solo puede permanecer en pie, si tiene fe.

Después de la operación, me pidieron que entrase a saludarlo y confortarlo. Ahora les remito a un mensaje anterior al P. Álvaro: “el doctor responsable nos dijo que informó a Willy de todo su cuadro. El hermano le dijo que no quería amputar su pierna, pero si era para su propio bien, que procediera. A las 10.30hs su papá firmó la autorización.

Al final, después de la operación, pude entrar para saludarlo. Le motivé, busqué que fuera muy realista y que se mantuviera firme en la fe, esperanza y en el amor a Dios. Lo único que le preocupaba y que me dijo fue: “padre, ¿cómo voy volver ahora a la Legión?”

Un chico que tiene y tenía todas las razones sólo para dolerse, reclamar… lo único que le preocupa es ¿si puede seguir siendo legionario? Le dije que él nunca salió, que él es un candidato LEGIONARIO DE CRISTO en el hospital, y que toda la Legión, sus papás y su familia están a su lado.

¡Padre, qué fortaleza, qué ánimo, qué audacia por el Reino de Cristo! Más que nunca él necesita de todos nosotros y nosotros de él. Cuánto aprendemos en esta semana, que duras lecciones Dios nos está dando, pero a mantenernos en pie”.

En su visita a Brasil, el P. Álvaro Corcuera tuvo el detalle de visitar al hermano. El H. Willy está en recuperación. Su pensamiento es el noviciado en 2011.
Agradecemos por todas las muestras de atención y sus valiosísimas oraciones durante este período. Se vio la Legión, una vez más, presente con toda su fuerza en este centro. ¡Qué Dios les bendiga!

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